Alemania rechaza el presupuesto europeo propuesto para 2028–2034

Alemania ha manifestado su oposición al nuevo marco financiero presentado por la Comisión Europea, el cual propone elevar el presupuesto de la Unión Europea de 1.2 a 2 billones de euros para el periodo 2028–2034. Entre los puntos más controversiales están los nuevos impuestos propuestos a grandes empresas y residuos electrónicos, así como el aumento del gasto en defensa. Para entender cómo estas decisiones pueden impactar la economía regional y global, consulta más contenido relacionado en nuestra sección de política económica.
Objeciones de Alemania al nuevo marco presupuestario
El Gobierno alemán, a través de su portavoz Stefan Kornelius, expresó que no puede respaldar un aumento generalizado del presupuesto comunitario en un momento en que todos los Estados miembros enfrentan presiones fiscales internas. Berlín considera que una expansión tan significativa no está justificada y plantea preocupaciones sobre el impacto en los presupuestos nacionales.
Uno de los principales puntos de desacuerdo es el nuevo impuesto propuesto a empresas con una facturación anual superior a 100 millones de euros, así como un gravamen adicional sobre residuos electrónicos no reciclados. Alemania se ha opuesto de forma clara a ambos, afirmando que no apoyará cargas fiscales adicionales sobre el sector empresarial.

Qué propone la Comisión Europea
La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, defendió el proyecto argumentando que busca afrontar los nuevos desafíos del continente y fortalecer la independencia de la región. El plan incluye:
- Un fondo de competitividad y seguridad de 590,000 millones de euros.
- 451,000 millones para apoyar a empresas europeas frente a la competencia global.
- 100,000 millones para la recuperación de Ucrania y su integración a la UE.
- 131,000 millones en defensa, seguridad y espacio, cinco veces más que en el periodo anterior.
Estas medidas apuntan a consolidar la posición geopolítica de la UE y a reducir su dependencia de proveedores externos, especialmente en sectores estratégicos como defensa, tecnología y energía.
Reducción de fondos agrícolas y nuevo techo de gasto
El nuevo presupuesto también propone recortar cerca de 87,000 millones de euros de la Política Agrícola Común (PAC), una decisión que ha generado malestar entre agricultores y ganaderos. El mismo día del anuncio, varias organizaciones se manifestaron frente a las oficinas de la Comisión en Bruselas.
Por otro lado, el techo de gasto pasaría del 1.13% al 1.26% del PIB del bloque, aunque una parte de este incremento (0.11%) estaría destinado a pagar la deuda acumulada tras los programas de recuperación aplicados tras la pandemia.
Qué significa esto para América Latina
Aunque se trata de una decisión interna de la UE, cualquier cambio en el presupuesto europeo afecta a sus relaciones económicas con terceros países. América Latina podría ver reducidos algunos fondos de cooperación, al tiempo que aumentan las exigencias para acceder a programas de inversión o ayuda.
Además, una Unión Europea más enfocada en seguridad y competitividad podría priorizar relaciones con regiones estratégicas en esos temas, desplazando a otros socios. Las exportaciones, inversiones tecnológicas y acuerdos comerciales podrían verse influenciados por estos cambios de prioridades.